Ambato le saca provecho a la fabricacion de calzado
La producción nacional de calzado abarca el 84% de la oferta global. Ambato, provincia de Tungurahua, es la principal proveedora del producto.
Los treinta obreros de la fábrica Liwi realizan un trabajo de hormiga. Concentrados, cortan, pegan y amoldan el cuero que en un día deberán transformar en 200 pares de zapatos. El 70% del producto no se comercializará en Ambato, lugar donde queda el taller, sino que irá a llenar las vitrinas de los más importantes almacenes de Guayaquil y otras ciudades del país.
Willian Arias, gerente de Liwi, nunca imaginó que la producción de su fábrica y de otras de la zona se recuperaría de la desestabilidad vivida en el 2008, cuando el sector no tenía suficiente mercado para vender lo que producía ante la sobreoferta del zapato extranjero.
Hoy su empresa, como muchas otras del sector, aumentaron su producción y consiguieron un importante nicho para su venta: Marathon Sport le compra a Liwi hasta 1.000 pares de zapatos mensuales.
El arancel de $ 10, que encareció y restringió la importación del zapato, fue lo que -a criterio de Lilia Villavicencio, presidenta de la Cámara de Calzado de Tungurahua- “obligó a que grandes comercios, incluyendo a los chinos que residen en Ecuador, vinieran a visitarnos para hacer negocio y vender nuestro zapato”, asegura.
Aumento de productividad
Según Villavicencio la política arancelaria permitió que el producto nacional, sobre todo el ambateño, se vuelva más competitivo. Antes, “un zapato chino de $ 2 no podía competir con uno local que valía $ 12 y $ 13, siendo el primero de mala calidad”, dijo.
La medida también benefició a trabajadores y al propietario de la factoría Guifer, donde el número de fabricación del producto aumentó de 450 a 600 pares por día. En el 2009 la capacidad era la misma pero hacíamos solo 300”, afirma Guido Echeverría, subgerente de la compañía que expende el calzado en almacenes como Etafashion, Megamaxi, Super Éxito y Comisariato de algunas ciudades del país.
Aumento de productividad
Según Villavicencio, en el 2008 -cuando no había arancel- la industria del país vendió 15 millones de pares de zapatos, pero a fines del año pasado la cantidad subió a 21 millones. Este rendimiento hizo que el número de productores pase de 600 a 3.000 a nivel nacional y que el sector ofrezca 100 mil puestos de trabajo en toda la cadena productiva.
Estos avances significativos se dieron tras el año y medio de haber entrado en vigencia la salvaguardia que incrementó el costo de importación. Aunque la desgravación del arancel ha sido paulatina y actualmente se encuentra en $ 3, la ayuda se extenderá.
Antes de que el impuesto de importación llegue a cero, desde junio el Gobierno puso a operar de forma paralela el arancel mixto indefinido que gravará con $ 6 a todo producto que ingrese, más el 10% advalorem, con la excepción de países como Colombia, Chile, Perú, con quienes existen convenios internacionales.
Tecnología más eficiencia
Echeverría está consciente de que la política gubernamental no es suficiente para el desarrollo de la industria, por ello invirtió cerca de $ 100 mil en la adquisición de nuevas maquinarias provenientes de Italia y Checoslovaquia. Esto facilitará el trabajo de sus obreros y mejorará la calidad del producto.
“La meta para este año en Guifer está programada en la elaboración de unos 110 mil pares. El año pasado fue de 95 mil”, sostuvo.
Su ejemplo es una tendencia en Ambato, seguida por propietarios de pequeñas y grandes fábricas que se innovan con miras a la exportación.
Artesanos reciben más capacitación
La directora de la Cámara de Industrias de Tungurahua, Neida Vásconez, cuenta que en la institución se trabaja arduamente para lograr la internacionalización de algunos productos, como el calzado.
Según Vásconez, las políticas aplicadas por el Gobierno no serán suficientes para seguir incrementando las ventas si el producto que se ofrece no tiene un valor agregado. Además de tecnología se necesita diseño, dice.
Por ello, varias entidades ofrecen capacitación. “Se está trabajando en un proyecto con el Fondo Italo-Ecuatoriano (FIE) para transferir tecnología que permita alcanzar mejores niveles de diseño para competir con el resto”.
La ayuda también llega del Ministerio de Industrias y Productividad que incentiva la visita de técnicos de Brasil, para asesorar sobre diseño, marketing y ventas.
“El Consejo Nacional de Formación y Capacitación, destinará cerca de $ 83 millones para el mismo objetivo”, añade Lilia Villavicencio, presidenta de la Cámara del Calzado.
FUENTE: www.expreso.ec
FECHA: 2010-06-20